«La casa vieja» parte 5

Y pues heme aquí una vez más, tras 9 meses (exactamente hoy hace 9 meses fue la anterior entrada de la historia) regresamos con la historia de la casa vieja, jajajajaja, perdón, perdón; quisiera prometer que no volverá a pasar y que de ahora en adelante seré más constante, pero mejor no prometo nada y espero que sean mis acciones no mis palabras escritas las que demuestren si lo logro o no…esperemos que sí lo logre =P

Pero bueno, antes de dejarlos con la historia, aprovecho para mencionar que a la par de ésta historia (y otras posibles cosas que pudiese publicar aquí en la página), empezare a subir otra…»historia», vamos a decirle así de momento, no les digo que es exactamente para mantener un poco la sorpresa; pero lo que si les puedo ir adelantando es que será (si me salen bien los planes) antes de que acabe este mes (Mayo 2018), que será continua (no se que tanto, pues no depende sólo de mi, digamos que es algo parecido a escribir a «varias» manos), y que si les gusta la fantasía (no digo más pues les hago spoiler), entonces la historia será de su agrado. (De verdad espero sea de su agrado =D ).

Y bueno, sin más demora, les presento la quinta entrega de La Casa Vieja, espero la disfruten. =^.^=

 


 

El día empezó de manera normal, aunque con la diferencia de que Olivia y Silvano ahora me hacían compañía. Olivia ya tenía el desayuno listo en la mesa de la cocina, en dónde desayunamos los tres juntos tras mi petición, pues al principio Silvano había insistido en que yo desayunara en el comedor principal y ellos en la cocina como acostumbraba la servidumbre, pero insistí que no era necesario, y era mejor desayunar juntos pues los tres compartimos la casa, como iguales, no como patrón y servidumbre, a lo cual aceptaron; además, les platiqué que estaba acostumbrado a comer en la cocina, pues así había comido casi todo mi vida, les comenté que cuando vivía con mi mamá nos gustaba comer en la cocina, era como más hogareño o no sé, simple costumbre. Durante el desayuno les comenté que en la tarde llegaría un envió de libros, los cuales me encargaría de inventariar y acomodar en la biblioteca de la casa, por si gustaban ayudarme (y aunque yo podía llevar la tarea a cabo por mi cuenta, consideré que hacer partícipes de dicha acción a los ancianos ayudaría a fortalecer vínculos entre nosotros como iguales y no jerarquías de empleados-empleadores), a lo cual se mostraron entusiastas a mi propuesta.

Al terminar de desayunar me comuniqué con la gente del agente de Rodrigo para solicitar algunas cosas que necesitaría para el inventariado y clasificado de los libros, a lo cual aceptaron diciendo que lo harían llegar junto con los libros alrededor de las tres de la tarde.

Como aún faltaban un par de horas para el arribo de los libros, decidí dar vueltas por la biblioteca junto con los abuelos para platicar un poco sobre la tarea que estábamos por llevar a cabo. Visitando de nueva la biblioteca, pude observar detalles que al parecer habían escapado a mi vista en la visita previa, aunque eran cosas muy notorias, y está bien que a veces soy algo despistado, pero es que eran cosas muy notorias (así como varios pequeños detalles por igual), y digo, no es como si la biblioteca cambiara tan drásticamente de la noche a la mañana; al parecer el desconcierto de mi mirada, así como mis movimientos de cabeza viendo a diestra y siniestra no pasaron desapercibidos por los abuelos, a lo cual Silvano habló: -al parecer has notado los cambios que hicimos a la biblioteca, espero sean de tú agrado, así como del amo Rodrigo a su regreso, dijo mientras los dos me dirigían una sonrisa esperando una respuesta de mi parte, -Sí, por supuesto, todo se ve muy bien, y estoy seguro que será de agrado de Rodrigo igualmente, es sólo que…parece que fue mucho trabajo, me hubieran avisado para ayudarles, y…¿hicieron todo esto en la noche cuando me fui a dormir, o?

-Sí, sí, exactamente- contestó Silvano algo rápido –Decidimos hacer algo de decoración al lugar, un poco antes de dormir… –Y antes de que despertaras también corazón- añadió Olivia interrumpiendo a Silvano.

-Ah, ok, bueno, para la próxima no duden en avisarme y con gusto podré ayudarles- les dije mientras observaba los cuadros en las paredes, la loseta del piso, los relieves en los pilares de piedra que había al interior así como en las paredes de la biblioteca, con especial detalle al fondo de la habitación en donde también había un gran vitral así como unas estanterías con vitrina para exhibición de algunos tomos de libros…lo más seguro es que por la emoción de todo, el divorcio, la fiesta, el paseo, las ruinas, era muy probable que no observe bien la biblioteca, pues era imposible que todo eso se hubiera hecho en unas cuantas horas, y digo, ¿qué otra explicación podría ser?.

La loseta era cuadrara de color rojo vino con bordes en color chocolate; los pilares ubicados en el pasillo que se formaba entre las estanterías para libros, así como los pilares ubicados al lado de estas, tenían relieves de motivos forestales, árboles, plantas y flores de varias clases, tanto de “ornato” así como de cultivos para la alimentación, es como si fuera un campo y bosque representado en estos pilares de piedra caliza; al fondo de la biblioteca, como ya he mencionado, hay unas mesas para leer o consultar libros, así como un estante de madera con una vitrina para exponer, así como guardar, algunos libros, y en un nicho, hay algo que a falta de mejor explicación llamare: “Altar” de piedra, y sobre el cual hay un camino de mesa de tela, con una especie de jeroglíficos, runas, y símbolos tribales en color azul, sobre un fondo blanco, y sobre el camino hay algunas velas, así como floreros con flores de varios colores y plantas que desprenden olores frescos y agradables, los cuales me remitían a memorias en el campo y bosque (y me resultó bastante interesante que a pesar de mis alergias, el olor tan presente de estas plantas y flores no me haya molestado), y en el centro del altar parecía que faltaba algo, había un hueco el cual denotaba fuertemente que estaba reservado para algo, quizá una estatua, un cuadro o foto de alguien; arriba del altar se podía ver un gran vitral de muchos colores con motivos florales escenificando la primavera, y de igual manera que el espacio vacío del altar, había un espacio sin adornar en el centro, bastante notorio, pero a diferencia del espacio del altar, el “vacío” del vitral ya no podría ser llenado, o al menos, no de manera sencilla, y observándolo con mayor atención, pude ver que había unos pedazos del vitral sin colorear, quizá el espacio “vacío” fuese hecho con la intención de dejar pasar los rayos del sol como protagonista, sonaba bastante posible entre más lo pensaba; así también, detrás del altar, en la pared del nicho había un gran relieve en la piedra el cual escenificaba algo quizá sacado de alguna leyenda o historia de algún libro, se veía como escenario un claro de bosque en el cual había un hombre seguido de animales del campo, así como de dríades, y el mismo hombre a su vez iba siguiendo a una niña la cual portaba una especie de disco, u objeto que emanaba algo parecido a rayos de luz, los cuales impactaban sobre un gran dragón y otras criaturas a los pies de éste, las cuales parecían como sombras con garras, algo salido de una pesadilla. Ciertamente la escena del relieve detrás del altar había capturado mi atención, si bien la simbología de la escena la podía relacionar con varias historias y leyendas tanto ficticias como reales, la escena con sus actores específicos no la había visto previo a este día.

Al parecer mi interés en el relieve no pasó desapercibido por mis acompañantes, los cuales se acercaron a mi hasta colocarse uno a cada lado mío, y tras posar sus respectivas manos sobre mi hombro que tenían de su lado, Silvano empezó a hablar en un tono como de un abuelo narrando un cuento a uno de sus nietos: -Antes que cualquier pueblo u hombre se asentara en esta zona, sólo existía el bosque y sus habitantes; el señor del bosque ayudaba a que la vida floreciera tanto en las plantas como en los animales, así como también permitía y procuraba con alimento a los hombres que peregrinaban hasta este lugar, donde se hallaba su arboleda, para pedir su bendición, la cual llevaban de vuelta a sus pueblos en donde la bondad del señor del bosque permitía que los cultivos crecieran sanos, así como que el ganado fuera fuerte. Pero la principal tarea del señor del bosque era mantener a raya a los habitantes de la oscuridad, y así evitar que destruyeran el balance de la vida; así pues, fue transcurriendo el tiempo en armonía, hasta que la avaricia del hombre corrompió sus corazones, y en su sed por tener más y más, profanaron lugares sagrados de la naturaleza, destruyendo sellos de protección que había creado el señor del bosque para mantener a la oscuridad alejada de los seres vivos; así, fue que comenzó el periodo de la gran oscuridad, la cual duró por mucho tiempo, generaciones de hombres nacieron y murieron bajo esta terrible época, hasta que una séptima hija de la humanidad obtuvo un regalo de los dioses, el brillo de la mañana- dijo Silvano mientras señalaba el objeto que tenía en las manos la niña del relieve –la séptima hija de la humanidad usando el brillo de la mañana, y con la ayuda del señor del bosque, lograron desterrar a los habitantes de la oscuridad y sellarlos para toda la eternidad bajo tierra. Y el señor del bosque tras ver el valor de la séptima hija de la humanidad, decidió dejar al cuidado de ella la llave de la prisión de los habitantes de la oscuridad, la cual guardaría en su corazón, mientras el señor del bosque custodiaría la entrada de la prisión, así jamás, por avaricia o error humano, se volvería a repetir tan terrible época.

-Así cuenta la leyenda local- empezó a decir Olivia –y por esa razón se realiza una gran celebración con picnics en el bosque del pueblo al inicio de la primavera, se baila, canta y festeja con la naturaleza.

-Es un festejo local el cual ahora se ve más como un momento para unir a la comunidad y poder celebrar que el clima es más propicio para salir, pero aun así es bastante agradable, y estoy seguro que es también de agrado para el señor del bosque

-ji ji ji ji ji, claro, con todas esas jovencitas bailando y el licor fluyendo entre canticos y risas, de seguro al viejillo del bosque le gusta mucho- dijo Olivia entre ricitas y miradas amistosas hacia Silvano

-¡Olivia!- dijo con un tono severo Silvano, aunque tras unos segundos su cara cambió a una sonrisa y añadió –bueno, ¿a quien no le gusta un festejo de felicidad que se realiza de corazón?, ja ja ja ja

Empecé a reír junto con los abuelos, mientras miraba sus caras de felicidad, y no pude imaginar que en su tiempo han de haber vivido grandes experiencias en esos festivales que vieron realizarse, y quizá aún hoy en día tenga lugar alguna que otra aventura que les sigue alegrando el corazón.

Tras las risas, y algunas historias jocosas de juventud, les pude explicar de sobre manera mi plan para la clasificación de los libros, y antes de que nos diéramos cuenta, nos sorprendió el sonido del timbre de la puerta principal, el envió de los libros había llegado.

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